Eje Comercial Sants Establiments Units

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Orígenes

Referencias romanas

En un documento del año 995 se hace mención a la villa de “Sanctis” cerca de Sant Vicenç de Sarriá, en referencia a unos terruños consignados en la escritura hecha por Berenguer, obispo de Barcelona. En el 1079 se menciona la villa de Sants (Sanctis) al describir los límites de una finca que llegaba a la arena del mar. En el 1157, en la venta de una parcela de viña situada en el territorio de Barcelona en la Villa de Sanctis, en la descripción de sus límites se lee “confronta a levante con alodio de Sancte Marie de Sanctis…”. Y muchas más anotaciones nos vienen a decir que el pueblo de Sants ya existía en el año mil y posiblemente mucho antes.

En aquellos años Barcino (Barcelona), fundada por el emperador Julio Augusto, ya era una ciudad milenaria, y un siglo antes de su fundación (10-5 años aC.), los romanos habían desembarcado y ocupado el país, estableciéndose en la larga planicie que se extiende entre el Besòs y el Llobregat (Lubricatus) y entre Collserola y el mar, planicie interrumpida por pequeños cerros que estaban coronados por poblados íberos, que hacía siglos eran la población indígena del país. En uno de este cerros, el monte Tàber, fue donde los romanos decidieron construir la ciudad que años después sería la cabeza y casal del País; otros cerros también fueron habitados.

Barcino y las primeras gran vías

En el transcurso de aquel siglo los romanos habían sabido sacar provecho de la tierra, donde cultivaban principalmente la viña y obtenían vino y minerales, que junto con otras mercancías, embarcaban hacia Roma desde el puerto situado en el estuario del Llobregat, cuando aún Marina estaba inundada por el mar. Este territorio, ya densamente poblado (situados en el siglo 1 a C.) de villas rurales, no tenía una ciudad que las aglutinara, ni una vía principal que la comunicara con el resto del imperio. Esta acción la llevó a cabo el emperador Augusto, quien también ordenó la construcción de una nueva vía que separándose de la Vía Augusta, en el Vallès, se bifurcaba para bajar por la costa, pasando por Iluro (Mataró), Baetulo (Badalona), Barcino, y siguiendo por la planicie (tierras de Sants), llegaba al Llobregat (Rubricatus), donde seguía su orilla hasta Martorell, para volverse a encontrar con la carretera de la que se había separado.

Los aspectos económicos

En la región había, cómo hemos dicho, una producción vinícola importante que era enviada a Roma, vía marítima, envasada en ánforas, desde el puerto situado en el antiguo estuario del Llobregat. Igual pasaba con los minerales. Era, pues, necesario que una ciudad fuera el centro administrativo y de control de esta amplia actividad. Esta ciudad fue Barcino. En el resto de la planicie se mantenían las villas a pesar de que no hay muchas evidencias que Sants fuera una de ellas. Aún así a unos quinientos metros de la parroquia de Sants María de Sants se pueden encontrar unas tumbas romanas y cerca de esta iglesia también se ha encontrado un millar (columna de piedra con la que los romanos señalizaban las vías principales de comunicación); de esta piedra cilíndrica también se encontró un trozo cerca de la carretera de la Creu Coberta. De tumbas, igualmente, se han inventariado unas cuantas cerca del antiguo camino romano que separaba Sants de Les Corts, que coincide más o menos con Travessera, tumbas que, por lo tanto, se encontraban en el término de Sants cuando todavía no se había puesto la arbitraria frontera de la calle Madrid, para separar ambas barriadas.

Se dibuja lo que será, pasados los siglos, la Calle de Sants

Durante siglos el exclusivo acceso a esta gran planicie de Barcelona era por Montcada y al Sur por Martorell, ya que hacia el mar no era posible porque los ríos llenaban el terreno de marismas y lagunas, haciendo difícil trazar un camino. El más importante de estos caminos fue la Vía Augusta, que por ponente salía por el portal de Sant Antoni y, apartada de aquellos humedales, llegaba a Creu Coberta y cogía el camino de la Bordeta hacia Hospitalet y Cornellà, algo más arriba otro camino que sería, más tarde, la carretera que la uniría con Zaragoza y Madrid. Esta carretera pasaba por el pueblo de Sants, donde se desarrollaría, con fuerza, una amplia y muy importante industria y propiciaría un comercio fuerte que hoy, con la Carretera bautizada con el nombre de Calle de Sants, todavía perdura con la misma fuerza.

¿De dónde viene el nombre de Sants?

Documentos y anotaciones diversas, dan crédito a pensar que Sants (Sanctis) existía durante los siglos de asentamiento romano y en las luchas con los árabes y en las incursiones carolingias. También existía como villa, Villa de Sanctos, en un documento anterior al 985, cuando el término villa era entendido como territorio que rodea a un grupo de viviendas. El propio nombre de Sants (ad sanctos) hace pensar que es antigua y proviene de algún lugar venerado. Pero, hoy por hoy, la primera citación de una iglesia es del año 11. En el año 1828 se hizo un templo más grande y neoclásico, cuyo arquitecto fue Francesc Renart y Arús, pero fue destruida durante la guerra civil.

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